lunes, 10 de abril de 2017

SÍNDROME DE LENNOX-GASTAUT: SÍNTOMAS, CAUSAS Y TRATAMIENTO

Este tipo de epilepsia infantil aparece durante los primeros años de vida y es difícil de tratar.

La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición de episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro que provocan convulsiones y ausencias mentales, entre otros síntomas. Se debe a alteraciones en la morfología o el funcionamiento del sistema nervioso, especialmente del encéfalo.
Entre las epilepsias de inicio temprano encontramos el síndrome de Lennox-Gastaut, caracterizado por crisis convulsivas frecuentes y heterogéneas y por discapacidad intelectual variable. En este artículo describiremos qué es el síndrome de Lennox-Gastaut, cuáles son sus causas y sus síntomas y de qué modo se suele tratar desde la medicina.

¿Qué es el síndrome de Lennox-Gastaut?

El síndrome de Lennox-Gastaut es una forma de epilepsia muy grave que normalmente se inicia durante la infancia, entre los 2 y los 6 años de vida; no obstante los síntomas pueden empezar a darse antes o después de este periodo.

Fue descrito en 1950 por William G. Lennox y Jean P. Davis gracias a la utilización de la electroencefalografía, que permite analizar la actividad bioeléctrica del cerebro, detectando patrones alterados como los que son propios de la epilepsia.

Se trata de un trastorno infrecuente que supone sólo un 4% de los casos totales de epilepsia. Es más común en varones que en mujeres. Es resistente al tratamiento, aunque en algunos casos la intervención puede ser eficaz. En la mitad de los casos la enfermedad se agrava con el paso del tiempo, mientras que en una cuarta parte los síntomas mejoran y en un 20% desaparecen del todo.

Entre el 3 y el 7% de los pequeños diagnosticados de este síndrome mueren entre 8 y 10 años después del diagnóstico, normalmente a causa de accidentes: es muy habitual que se produzcan caídas al darse las convulsiones, por lo que es recomendable poner un casco a los niños con el trastorno.

Se cree que existe una relación entre el síndrome de Lennox-Gastaut y el de West, también conocido como síndrome de los espasmos infantiles, que tiene características similares e incluye la aparición de contracciones bruscas de los músculos de los brazos, las piernas, el torso y el cuello.

Síntomas de este trastorno

Este síndrome se caracteriza por la presencia de tres signos principales: la aparición de crisis epilépticas recurrentes y variadas, el enlentecimiento de la actividad eléctrica cerebral y discapacidad intelectual moderada o severa. También cursa con problemas de memoria y aprendizaje, así como con alteraciones motoras.

En la mitad de los pacientes las crisis tienden a ser largas, durando más de 5 minutos, o se dan con escasa separación temporal; conocemos a esto como “status epilepticus” (estado de epilepsia). Cuando se producen estos síntomas la persona suele mostrarse apática y mareada, y no responde a la estimulación externa.

En los casos de Lennox-Gastaut el desarrollo psicomotor suele estar alterado y retrasado como consecuencia de la afectación cerebral. Lo mismo sucede con la personalidad y la conducta, que se ven influidas por los problemas epilépticos.

Crisis epilépticas habituales

Los ataques epilépticos que se dan en el síndrome de Lennox-Gastaut pueden ser muy distintos entre ellos, algo que convierte en peculiar a este trastorno. Las crisis más frecuentes son las de tipo tónico, que consisten en periodos de rigidez muscular, especialmente en las extremidades. Suelen darse durante la noche, mientras la persona duerme.

También son habituales los ataques epilépticos mioclónicos, es decir, los que provocan espasmos o contracciones musculares bruscas. Las crisis mioclónicas suelen producirse con más facilidad cuando la persona está cansada.

Las crisis tónicas, atónicas, tónico-clónicas, complejas parciales y de ausencia atípica también son relativamente frecuentes en el síndrome de Lennox-Gastaut, aunque en menor medida que las anteriores.

Causas y factores que lo favorecen

Existen diversos factores causales que pueden explicar el desarrollo del síndrome de Lennox-Gastaut, si bien no en todos los casos es posible deducir cuál de ellos es el responsable de la alteración.

Entre las causas más frecuentes de esta alteración encontramos las siguientes:
  • Desarrollo como consecuencia del síndrome de West.
  • Lesiones o traumatismos en el cerebro producidos durante el embarazo o el parto.
  • Infecciones en el cerebro, como encefalitis, meningitis, toxoplasmosis o rubeola.
  • Malformaciones de la corteza cerebral (displasia cortical).
  • Enfermedades metabólicas hereditarias.
  • Presencia de tumores en el cerebro por esclerosis tuberosa.
  • Falta de oxígeno durante el nacimiento (hipoxia perinatal).

Tratamiento

El síndrome de Lennox-Gastaut resulta muy difícil de tratar: a diferencia de la mayoría de tipos de epilepsia, en este trastorno suele darse resistencia al tratamiento farmacológico con anticonvulsivos.

Entre los medicamentos anticonvulsivos más utilizados en el manejo de la epilepsia destacan el valproato (o ácido valproico), el topiramato, la lamotrigina, la rufinamida y el felbamato. Algunos de ellos pueden producir efectos secundarios como enfermedades víricas o toxicidad hepática.

También se administran con cierta frecuencia benzodiazepinas como el clobazam y el clonazepam. No obstante, no se ha demostrado de forma definitiva la eficacia de ninguno de estos fármacos en el síndrome de Lennox-Gastaut.

Aunque hasta hace poco se creía que la cirugía no era efectiva para tratar este trastorno, algunos estudios e investigaciones recientes ha encontrado que la callosotomía endoventricular y la estimulación del nervio vago son dos intervenciones prometedoras.

Asimismo, en los casos de epilepsia se suele recomendar la administración de una dieta cetogénica, consistente en comer pocos carbohidratos y muchas grasas. Esto parece reducir la probabilidad de sufrir ataques epilépticos; no obstante, la dieta cetogénica comporta ciertos riesgos, por lo que debe ser prescrita por profesionales de la medicina.

Tomado de: https://psicologiaymente.net/clinica/sindrome-de-lennox-gastaut

MARIHUANA: LA CIENCIA REVELA SUS EFECTOS EN EL CEREBRO A LARGO PLAZO

Puede que esta "droga blanda" no tenga la peligrosidad de otras sustancias, pero no es inocua.

El consumo de marihuana es una práctica extendida en la actualidad, siendo una de las drogas más consumidas.

Si bien socialmente se ha visto como una droga blanda comparable al alcohol y con relativamente poco riesgo en su uso (de hecho tiene interesantes propiedades que la hacen de gran utilidad a nivel medicinal en diferentes enfermedades y trastornos), la utilización frecuente de esta droga puede tener relevantes efectos negativos a largo plazo, especialmente en lo relativo al cerebro y su estructura.

Por supuesto, eso no significa que sea una droga muy peligrosa comparable, por ejemplo, a la herína. Sin embargo, la defensa que se ha hecho acerca del carácter supuestamente inocuo de su consumo es difícilmente defendible hoy día, tal y como veremos.

¿Qué es la marihuana?

La marihuana es una de las múltiples formas en las que se consume el cannabis, concretamente la que utiliza hojas y tallos de la planta troceados y triturados. Esta sustancia tiene propiedades psicoactivas que son conocidas desde la antigüedad, habiendo sido utilizada de forma medicinal y recreativa desde entonces por diferentes pueblos. Hoy en día su consumo está ampliamente extendido a nivel mundial, especialmente con propósitos lúdicos y recreativos, e incluso está legalizado en algunos lugares bajo ciertas condiciones.

Se trata de una sustancia cuyos efectos iniciales resultan ligeramente estimulantes y euforizantes, para pasar a inducir estados de relajación física y mental. Provoca una disminución del nivel de tensión y de dolor, aumenta la sensación de hambre y reduce y enlentece el movimiento motor. También resulta eficaz como antiemético y anticonvulsivo.

Los efectos de este producto son bien conocidos cuando se refiere al corto plazo. Sin embargo, existe una mayor discusión respecto a sus efectos a largo plazo de la marihuana, con resultados a menudo contradictorios según el tipo de estudio que se haya realizado. A pesar de ello, hoy día la evidencia sugiere que su utilización habitual hace que la salud del cerebro se vaya desgastando más de lo debido con el paso del tiempo.

Efectos a largo plazo de la marihuana

Si bien el cannabis, especialmente en su forma de marihuana, es una sustancia ampliamente conocida, los estudios realizados respecto a sus efectos siempre han estado rodeados de una gran controversia. Se han realizado gran cantidad de investigaciones al respecto, en algunos casos con resultados poco claros, sobre los resultados de su consumo. Sin embargo, diferentes investigaciones han manifestado que su consumo puede provocar efectos a largo plazo en el cerebro y la conducta.

Es importante tener en cuenta que se está hablando de casos en los que el consumo se realiza de manera frecuente a lo largo del tiempo. Los efectos en cuestión dependen de la edad y el momento del neurodesarrollo en el que se inicia el consumo, así como el tiempo durante el que se haya producido dicho consumo.

1. Reducción del córtex orbitofrontal

Uno de los resultados que la investigación ha reflejado es que el uso continuado de marihuana provoca una evidente reducción de la sustancia gris, especialmente en la corteza orbitofrontal. Ello supone asimismo una menor capacidad a largo plazo para la realización de tareas que dependen de esta área, como el control de los impulsos o la planificación.

2. Aumenta la conectividad neuronal

A pesar de lo anterior, muchos consumidores habituales de esta sustancia presentan una conducta aparentemente normal después de muchos años utilizando la marihuana. El motivo de esto es que según reflejan otros estudios, a pesar de la reducción de sustancia gris el cerebro, la conectividad entre las neuronas restantes se ve incrementada, de manera que dicha pérdida se ve en cierto modo compensada.




Es decir, aunque en condiciones normales un aumento de la conectividad de las neuronas sería una buena noticia, en este caso es el resultado de que vayan muriendo muchas neuronas, haciendo que las que queden deban "trabajar" más; se trata de un mecanismo del cerebro para intentar suplir la pérdida de grosor de la corteza. Además, este incremento de las conexiones es cada vez menor según aumenta el tiempo de consumo.

3. Disminución del rendimiento y de la capacidad de memoria

Diferentes estudios realizados reflejan que el consumo habitual de cannabis puede producir a la larga un descenso en la capacidad intelectual de los sujetos, teniendo un menor rendimiento y resultados en diferentes pruebas que en comparación con un individuo no consumidor. Sin embargo, en este tipo de competencias cognitivas se han encontrado muchos resultados contradictorios, lo cual hace que este dfenómeno pueda ser poco significativo.

De lo que sí hay evidencias sólidas es de que el consumo de marihuana produce a largo plazo problemas en diversos tipos de memoria. Por ejemplo, Estas alteraciones dan como resultado una mayor dificultad de pasar a la memoria a largo plazo los contenidos de la memoria a corto plazo.

Es importante remarcar que estos efectos son especialmente notorios en personas que consumen a lo largo de su proceso de desarrollo, es decir adolescentes, debido a la modificación estructural del encéfalo que puede suponer el consumo de cannabis. En adultos ya formados que empiezan a consumir esta disminución es menor.

4. ¿Promueve la neurogénesis hipocampal?

Uno de los efectos positivos del cannabis que más se ha divulgado es la capacidad de promover la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, región del cerebro que interviene en el procesamiento de los recuerdos. De hecho, una de las aplicaciones medicinales del cannabis aprovecha este factor y el hecho de que permite disminuir la formación de proteína betaamiloide con el fin de contribuir a la lucha contra determinados trastornos que provocan una degeneración progresiva del hipocampo.

Sin embargo, recientemente se ha visto que esto ocurre en las ratas de laboratorio utilizadas para realizar experimentos, pero no en los seres humanos: en nuestro caso, el nacimiento de nuevas neuronas hipocampales es prácticamente inexistente en adultos.

5. Puede producir brotes psicóticos

Si bien no ocurre en todos los casos, algunas variantes de cannabis pueden facilitar la aparición de brottes psicoticos en personas con predisposición genética a ellos, especialmente cuando se inicia el consumo en la adolescencia. Esto se debe a que el consumo temprano dificulta la correcta maduración neuronal de la conexión entre prefrontal y sistema límbico, lo cual facilita la aparición de alucinaciones y se dificulta el control e inhibición conductual. En algunos casos puede poteenciar la expresión de la esquizofrenia.

6. Disminución del control de los impulsos

Otro de los efectos observados y directamente vinculados a la disminución de materia gris en la corteza frontal es la disminución en el control de los impulsos. La capacidad de inhibición de la conducta se vincula con partes concretas de ese lóbulo, que se encarga de contrarrestar el poder del sistema líbico, relacionado con las emociones y con la aparición de deseos.

Referencias bibliográficas:

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Tomado de: https://psicologiaymente.net/drogas/marihuana-efectos-cerebro-largo-plazo 

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